El ejercicio físico ayuda a mejorar la función cardio-vascular, es decir, que la sangre pueda distribuirse en forma adecuada para que llegue a los músculos, y aporta beneficios a nivel metabólico y psicológico.
Quizás no te parezca importante ahora, pero tu cuerpo te lo agradecerá más adelante. Por ejemplo, la osteoporosis (un afinamiento de los huesos) puede convertirse en un problema a medida que la gente envejece. El ejercicio físico que te obliga a sostener el peso de tu propio cuerpo (como saltar correr o caminar) puede ayudar a fortalecer los huesos.
Es importante realizar una actividad de elongación de los músculos, independientemente si se está en la jornada de trabajo o en casa para evitar el sedentarismo, como pueden ser las pausas activas, también se pueden incluir actividades de recreación, Incluyendo a el núcleo familiar.